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4 oct 2012

Tantas cosas buenas y te fijas en lo malo

¿Recuerdan lo traído en el anterior blog?  Una situación objetiva "dispara" un pensamiento, que a su vez genera una emoción y finalmente una respuesta.  Sólo detengámonos por un momento en la parte de este proceso que habla de un pensamiento que genera una emoción.  Pues sucede que todos nosotros, no en pocas ocasiones, somos presa de pensamientos que se producen en nuestra mente, con una ligereza tal, que ni siquiera podemos evaluar cuan adecuados son.  ¡Cuántos pensamientos así que, además de veloces, no reflejan necesariamente una realidad objetiva!

¿Cuántas veces un elemento, quizás sencillo en la convivencia de pareja, se convierte en una enorme incomodidad precisamente porque "dispara" pensamientos veloces e irracionales?  Los ejemplos son sencillos y muy comunes: mi reacción visceral y desproporcionada al ver la manera como él/ella deja la toalla tirada en el baño, ese recipiente que usa y deja sin limpiar sobre la mesa, ese vaso de refresco que siempre deja en el auto...  He ahí una manera como la velocidad de pensamiento - sentimiento en ocasiones nos traiciona ante respuestas airadas que a duras penas puedo controlar.

Sin embargo hay algo más.  ¿Qué tal de aquellos pensamientos irracionales a los cuales le hemos dado espacio en nuestra manera de pensar habitual?  Sí.  Me refiero a aquellos pensamientos irracionales provocados por una palabra, una imagen, un gesto, una impresión.  Aquellos pensamientos que a lo largo de nuestra historia personal hemos incorporado a nuestra manera de reaccionar ante los acontecimientos, pero que al día de hoy no representan una manera sana y madura de responder. 

Tomemos hoy un solo ejemplo.  Muchos(as) de nosotros(as) tendemos a una manera de pensar en la que descartamos los elementos positivos de una situación y nos concentramos sólo en un detalle negativo. Digamos entonces, por ejemplo, que una pareja vivió unos días de descanso luego de meses arduos de trabajo y de atender las necesidades de los niños en la casa y la escuela.  El vivió con gran entusiasmo cada momento, el viaje, el estar juntos, cada cena...  Pero en uno de los días hubo un momento de incomodidad por un trato incorrecto recibido en un restaurant.  De regreso, ella no deja de pensar en ese momento desagradable, sólo habla del mismo y su estado de ánimo parece haberse "congelado" en esa dificultad.  Han quedado descartados tantos momentos vividos durante la experiencia, dando paso en su mente y en sus emociones sólo a este aspecto negativo que parece haber "dañado" toda la experiencia.  Ante la constante queja y por el estado de ánimo dominante en el ambiente, el esposo "explota" diciendo "ya volvimos a lo mismo...", "tú siempre con tus desánimos y peleas..."  ¿Se siente identificado(a) con esta experiencia?  Sólo para dejar claro el punto: los papeles muy bien pudieran invertirse (ser el esposo quien se detiene sólo en el aspecto negativo) sin alterar el resultado final.  

Esta distorsión de pensamiento en la que solemos descartar lo positivo y concentrarnos en lo negativo de una situación, suele ser ocasión de muchas insatisfacciones en la relación, además de ser promotor de estados de ánimos dominados por la tristeza y la negatividad.  Es una modalidad de pensamiento frente a la cual debemos estar atentos(as): ¡suele convertirse en ladrona de la alegría y espontaneidad de la relación!

Me gustaría que pensaras en otros tipos de pensamientos irracionales que suelen interponerse en tu relación de pareja.  Piensa en aquella tendencia fuerte que tienes a mirar las cosas de una manera particular que choca con la realidad, con tu pareja y tus posibilidades de ser feliz.  Identifícalos y comienza a dudar de ellos.  Anótalos en una lista en la que puedas especificar en cuáles ocasiones de la vida de pareja sueles pensar de esa manera irracional.

De verdad que te sorprenderás de tantos pensamientos a los que les das paso a pesar de que te hacen sentir insatisfecho(a) y que sabes que "boicotean" las posibilidades de crecimiento de tu relación.

En un próximo blog volveremos con otra modalidad de pensamiento irracional que afecta la convivencia de pareja.